El afrontamiento y Reconstrucción a Víctimas de Violencia de Género

A día de hoy, asistimos a un aumento y repunte continuado de episodios de violencia machista. Nuestra sociedad y los medios, nos hacen creer que todo está muy avanzado, que gran parte del camino está recorrido, y que las mujeres están mucho mejor que hace décadas, debido a la información, mejora de comunicaciones, mayor facilidad para interponer denuncias… Y es por ello, que muchas personas se relajan, pensando en realidad que todo está bien y no hay nada que mejorar. Pero la verdad, es que, el problema dista mucho de ser solucionado.

Para empezar, muchas de las mujeres que sufren este tipo de violencia, son frecuentemente revictimizadas, esto es, ya sea bien por la sociedad que de tanto tratarlas de víctimas, la victimizan aun más, inclusive cuando hay hijos de por medio, o por mera profecía autocumplida: mujeres que no son debidamente tratadas a todos los niveles tras acabar con el problema principal, (maltratador) siguen viviendo con graves carencias o conductas y esquemas de ideas poco adaptativos que las dejan con secuelas como nula autoestima, escaso autoconcepto, gran dependencia emocional etc., que impiden fuertemente que la mujer despegue sus alas, y vuele por sí misma, y más alto esta vez.

 

Es tal el impacto que queda en sus mentes, en su ser, que en algunos casos estas mujeres, al rehacer su vida y encontrar una nueva pareja, vuelven a pasar por un episodio diferente, pero con mismo denominador común: se vuelven a emparejar con un hombre maltratador, dominante, controlador y la pesadilla vuelve a sucederse. (También es un tipo de revictimización).

 

Otro de los fenómenos que juegan un papel muy importante en las secuelas y sufrimiento de la víctima son ciertos rasgos comunes de personalidad que comparten los maltratadores, así como esquemas de conducta tales como: el maltratador teje una intrincada red o telaraña que atrapa a la víctima haciéndole creer que ésta es totalmente culpable de la situación, que ella la produce y en algunos casos hasta que ella misma es su causa. También se observa que el maltratador, es capaz de operar en la capacidad perceptiva de la víctima y en sus esquemas cognitivos, llegando a creer ésta que lo que le sucede no es tan grave, que ella exagera o magnifica y hasta que lo que le ocurre es algo normal. Es por esto, que se observa en multitud de ocasiones que una de las cosas que primero intenta y suele conseguir el maltratador, es alejar y aislar socialmente a la víctima, para que no pueda intercambiar pareceres y comunicarse con personas que podrían decirle que lo que está padeciendo y aguantando no es normal.

A su vez se observa que el maltratador «pasa» de la víctima, pero que a la vez controla de forma enfermiza y evalúa si está logrando los objetivos que se propone con ella: desestabilizar, confundir, ningunear, avasallar y anular la autoestima, independencia y propia valía.

 

El objetivo por el que escribo todo ello, es para concienciar y hacer saliente que; la terapia psicológica ha de ser holística, de larga duración y completamente adaptada a la persona concreta que queremos «reconstruir» pues al fin y al cabo, esta terapia recuerda mucho metafóricamente hablando, a un edificio completamente derruido, sobre el que se construye posteriormente uno nuevo, tomando como base lo ocurrido. Y por último y no por ello menos importante, que dicha terapia y atención psicológica es COMPLETAMENTE NECESARIA Y NO HA DE OMITIRSE NUNCA.

 

Por tanto, una serie de medidas necesarias y básicas en terapia serían:

 

-Hacer sentir arropada a la víctima, tender nuestra mano, que no se sienta sola. Validar y ventilar emociones, trabajar en la aceptación de lo ocurrido, realizar escucha activa y facilitar el comienzo del duelo invitando activamente a gestionarlo.

-La terapia durante toda su duración se ha de centrar de forma concienzuda en mejora de la autoestima, el autoconcepto, mejora del self con actividades, ampliar conocimientos, habilidades etc., fomentar la propia valía, promocionar la autonomía para evitar la futura caída en dependencias emocionales, así como el fomento de la mejora de recursos e implementación de los ya existentes para que la víctima sienta y perciba una mayor sensación de seguridad y autoconfianza que le harán autosuperarse continuamente.

-El fomento y mejora de las redes sociales ya existentes es esencial. Cuantos más recursos perciba la víctima más motivada a salir adelante estará y con una mayor seguridad.

-Es muy recomendable que la víctima realice actividades, cursos, o deporte regular que le hagan mantenerse activa y explore sus hobbies y potencialidades.

Es por tanto que se considera esencial un examen exhaustivo de cada caso particular, así como una terapia holística integradora que haga un seguimiento a lo largo del tiempo de la víctima y que asegure una resolución completa y adaptativa tanto del problema como de las carencias producidas por éste. Es fundamental el estudio de los mecanismos que utiliza el maltratador, para saber qué requiere la terapia, que se buscará que sea la mejor, más completa y atendiendo a cada una de las necesidades o aspectos que requieran mejora.

BIBLIOGRAFÍA:

López, E., Costa ,M. (2008). Educación para la salud. Guía práctica para promover estilos de vida saludables. Madrid, España: Pirámide.

Ministerio de sanidad servicios sociales e igualdad, (2011). Manual de prevención del acoso por motivo de género: las mujeres como víctimas. Madrid: España: Ministerio de sanidad.

Ministerio de sanidad servicios sociales e igualdad, (2011). Manual de prevención de la violencia de género en extranjeras: buenas prácticas. Madrid: España: Ministerio de sanidad.

Ministerio de sanidad servicios sociales e igualdad, (2011). Manual de prevención de la violencia de género y buenas prácticas. Madrid: España: Ministerio de sanidad.

Artículo escrito y cedido a este Blog por la psicóloga Raquel Herrero Palacios ©. Todos los derechos reservados/All rights reserved.