Porque no debí contar eso en Facebook. Del exhibicionismo al victimismo en Redes Sociales

En nuestra sociedad actual, la sociedad mediatizada por internet, las redes sociales y demás aplicaciones relacionadas con la temática; asistimos a un fenómeno de hiperconectividad y de exceso de exposición de nuestras propias vidas en dichas redes.

Desde sucesos positivos como logros, a fracasos o desahogos en los muros de dichos perfiles que a más de uno le servirán de alegría y regocijo -ya esto depende del corazón de cada cual- o a pretenciosas fotos, exhibición del lugar donde se está y demás narraciones a tiempo real de las hazañas de cada uno. Pero… ¿Dónde está el límite? ¿Existen riesgos? ¿De ser así cuáles son?

Bien pues, partiendo de la base, que según qué cosas contemos podríamos arrepentirnos, adicionalmente, esto podría llegar a acarrear consecuencias negativas en nuestras vidas. Si bien siempre podremos borrar o editar, siempre puede ser demasiado tarde, ya que alguien, lo habrá visto ya.

Pero… ¿por qué no debí contar aquello en Facebook?

Primeramente, por lo ya citado más arriba. Luego podemos reflexionar, y llegar a la conclusión que quizá en un arrebato, lo que escribimos no les interesaba lo mas mínimo a ninguno de nuestros contactos (con el consiguiente arrepentimiento). En estos casos es útil escribir mejor para nosotros mismos en una libretilla o una pequeña carta.

Para continuar, se han documentado casos, de personas que han sufrido robos en sus domicilios por la simple razón de exhibir donde se encontraban, cómo, a qué hora y con quienes. Todo ello, si va acompañado también de las fotos de rigor, puede facilitar mucho el trabajo a los cacos.

Otro punto importante sería el paso de la delgada línea que separa, el exhibicionismo del victimismo en RRSS. Una persona que se expone demasiado, está otorgando demasiado poder a quienes visitan ese perfil o foro de internet. Es posible que de esa información extraigan más y posteriormente chantajeen e incluso amenacen al usuario que de esta forma, pasa a ser víctima de delitos en la red. Ni que decir tiene, el por qué de la importancia de fomentar un buen uso de internet entre los jóvenes y adolescentes, así como enseñarles a ser precavidos y pensar las cosas dos veces antes de publicar.

Para justificar esto, también tristemente, tenemos ejemplos y casos reales de personas, que han sufrido esto en sus propias carnes. Personas que han sido amenazadas o han sufrido linchamientos vía internet. Sobre todo, este fenómeno se da, en foros, seguido de redes sociales como facebook e instagram en las que es mas fácil hacer sentir débil a la víctima, (Espinar et al, 2009) y las que por otro lado dan más poder «de ataque» al perpetrador de estos actos facilitando el acceso al material para llevar a cabo sus «fechorías» tal como: fotos, datos personales, datos de interés sobre familiares etc.

Estas personas narran con autentico terror el calvario que otras personas les hacen pasar y cuentan como padecen de ansiedad y autentico insomnio cuando están sufriendo este tipo de acoso. Internet, facilita este tipo de actos «debido al anonimato que se da en muchos foros de internet» -declaran los expertos-. Es entonces, cuando esto sucede, que se pasa de exhibirse a hacerse victima de lo que uno mismo ha publicado. Es una línea más que peligrosa que se recomienda no sobrepasar, ya que puede hacernos jugar malas pasadas y producirnos sufrimiento innecesario.

Para ello, se recomienda, como no podía ser de otra manera, ser más cautos. Sí que es bueno, aceptable e incluso saludable publicar cosas. ¿Cómo no? Desde amantes de la música que cuelgan infinitas canciones, a poetas frustrados e incluso «filósofos» reflexivos que cuentan como les ha hecho sentir el día en particular. Pero con ciertas reservas. No se recomienda exponerlo todo, o narrar en RRSS paso a paso lo que hacemos durante el día como si de un cuaderno de bitácora se tratase.

Aquí, es clave y muy importante la gestión del tiempo que destinamos a internet, y más concretamente a las RRSS. Con ello evitaremos la sobreexposición, estaremos más ocupados con otras cosas y actividades y a la vez desconectaremos mas de las redes sociales y de la necesidad de actualizar y contar paso a paso nuestro día en todo momento. Porque está demostrado, que cuando más felices y entretenidos estamos, menos pensamos en contarlo, y en volcarlo en las redes.

Desconectar nos hará estar más en contacto con nuestro ambiente y alrededor, haciendo que lo disfrutemos y estando plenamente conscientes de disfrutar y con ello, evitaremos la exhibición de pretenciosas imágenes de viajes que parecen infinitos y sobremagnificados, narraciones continuas de a dónde nos dirigimos, que hacemos o qué vamos a hacer, y en definitiva distorsiones de la realidad que no reflejan para nada con fidelidad la misma en cuanto a nuestras vidas. Ni todo el mundo está siempre tan feliz, ni todo el mundo está siempre ocioso y pasándoselo a tope. La realidad es bien distinta, y ella conlleva, obligaciones, prudencia, cuidado e intimidad, así como protección de la propia privacidad.

BIBLIOGRAFÍA:

Echeburúa Odriozola, E., Requesens Moll, A., (2012), Adicción a las redes sociales y nuevas tecnologías en niños y adolescentes, España: Editorial Pirámide.

Espinar Ruiz E., Gonzalez Río, M.J., (01/09/2009). Feminismo/s 14 , diciembre 2009, pp. 87-106 Jóvenes en las redes sociales virtuales. un análisis exploratorio de las diferencias de género. Feminismos, 14, 87-106.

https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/13302/1/Feminismos_14_06.pdf

Para saber más: http://www.webespacio.com/peligros-redes-sociales/

Artículo escrito y cecido a este Blog por la psicóloga Raquel Herrero Palacios ©. Todos los derechos reservados.