Los trastornos disociativos son un grupo de trastornos mentales en los que una persona experimenta una desconexión o fragmentación de la identidad, la conciencia, la memoria o la percepción de la realidad. Estos trastornos están relacionados con mecanismos de defensa psicológicos que permiten a una persona separar partes de su experiencia mental de la conciencia principal, a menudo como una forma de lidiar con el estrés extremo o el trauma. A continuación, describiré algunos de los trastornos disociativos más comunes:
- Trastorno de identidad disociativo (TID): Antiguamente conocido como trastorno de personalidad múltiple, el TID es el trastorno disociativo más conocido. En este trastorno, una persona experimenta la presencia de dos o más identidades o estados de personalidad distintos, cada uno con sus propias características, memorias y comportamientos. Estas identidades a menudo se alternan y pueden o no ser conscientes entre sí.
- Trastorno de despersonalización-derealización: En este trastorno, las personas experimentan sentimientos de desconexión con su propio cuerpo (despersonalización) y/o con el mundo que les rodea (derealización). Pueden sentir que están observando su vida como si estuvieran en un sueño o que las cosas en el entorno parecen extrañas o irreales.
- Amnesia disociativa: Las personas con amnesia disociativa experimentan pérdida de memoria significativa y selectiva, a menudo en relación con eventos traumáticos. Esta pérdida de memoria no puede ser explicada por causas médicas y suele estar relacionada con el estrés extremo o el trauma.
- Trastorno de despersonalización-derealización: Este trastorno implica una desconexión entre la identidad, la conciencia y la memoria de una persona. Pueden sentir que están fuera de su cuerpo o que el mundo a su alrededor parece extraño y no real.
- Otros trastornos disociativos especificados y no especificados: Estas categorías incluyen otros trastornos disociativos que no cumplen con los criterios específicos para los trastornos mencionados anteriormente. Pueden involucrar síntomas disociativos menos comunes o atípicos.
Los trastornos disociativos a menudo están relacionados con el estrés severo, el trauma, el abuso o eventos traumáticos en la vida de una persona. La disociación puede ser una forma de escapar de la realidad abrumadora o protegerse de las experiencias dolorosas. El diagnóstico y el tratamiento de estos trastornos generalmente se realizan a través de la psicoterapia, con un enfoque en la terapia de apoyo, la terapia cognitivo-conductual, la terapia de exposición y la terapia de integración de la identidad. El tratamiento puede ayudar a las personas a comprender y manejar sus síntomas disociativos, así como a abordar las causas subyacentes, como el trauma.
Es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental si se sospecha de un trastorno disociativo, ya que el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen.
Carlos Sos Ruiz. Psicólogo Centro Salud Mental Delicias. Valladolid. Spain