Hablemos de los Trastornos Disociativos

Los trastornos disociativos son un grupo de trastornos mentales en los que una persona experimenta una desconexión o fragmentación de la identidad, la conciencia, la memoria o la percepción de la realidad. Estos trastornos están relacionados con mecanismos de defensa psicológicos que permiten a una persona separar partes de su experiencia mental de la conciencia principal, a menudo como una forma de lidiar con el estrés extremo o el trauma. A continuación, describiré algunos de los trastornos disociativos más comunes:

  1. Trastorno de identidad disociativo (TID): Antiguamente conocido como trastorno de personalidad múltiple, el TID es el trastorno disociativo más conocido. En este trastorno, una persona experimenta la presencia de dos o más identidades o estados de personalidad distintos, cada uno con sus propias características, memorias y comportamientos. Estas identidades a menudo se alternan y pueden o no ser conscientes entre sí.
  2. Trastorno de despersonalización-derealización: En este trastorno, las personas experimentan sentimientos de desconexión con su propio cuerpo (despersonalización) y/o con el mundo que les rodea (derealización). Pueden sentir que están observando su vida como si estuvieran en un sueño o que las cosas en el entorno parecen extrañas o irreales.
  3. Amnesia disociativa: Las personas con amnesia disociativa experimentan pérdida de memoria significativa y selectiva, a menudo en relación con eventos traumáticos. Esta pérdida de memoria no puede ser explicada por causas médicas y suele estar relacionada con el estrés extremo o el trauma.
  4. Trastorno de despersonalización-derealización: Este trastorno implica una desconexión entre la identidad, la conciencia y la memoria de una persona. Pueden sentir que están fuera de su cuerpo o que el mundo a su alrededor parece extraño y no real.
  5. Otros trastornos disociativos especificados y no especificados: Estas categorías incluyen otros trastornos disociativos que no cumplen con los criterios específicos para los trastornos mencionados anteriormente. Pueden involucrar síntomas disociativos menos comunes o atípicos.

Los trastornos disociativos a menudo están relacionados con el estrés severo, el trauma, el abuso o eventos traumáticos en la vida de una persona. La disociación puede ser una forma de escapar de la realidad abrumadora o protegerse de las experiencias dolorosas. El diagnóstico y el tratamiento de estos trastornos generalmente se realizan a través de la psicoterapia, con un enfoque en la terapia de apoyo, la terapia cognitivo-conductual, la terapia de exposición y la terapia de integración de la identidad. El tratamiento puede ayudar a las personas a comprender y manejar sus síntomas disociativos, así como a abordar las causas subyacentes, como el trauma.

Es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental si se sospecha de un trastorno disociativo, ya que el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen.

Carlos Sos Ruiz. Psicólogo Centro Salud Mental Delicias. Valladolid. Spain

Ideas irracionales. ¿Qué es eso?

Seguro que todos hemos escuchado alguna vez eso de “las ideas irracionales” o “las ideas disfuncionales”.

Pero, ¿sabríamos explicar qué son realmente?, ¿En qué consisten?, ¿Cómo se generan o, por qué se mantienen en nuestra mente?

Las ideas irracionales, son ideas que forman parte de todos los seres humanos solo que, por suerte, algunas personas tienen la capacidad de saber gestionarlas y minimizarlas a tiempo, es decir, antes que esta idea irracional pase a perturbarles.

Las ideas irracionales son fácilmente detectables por cualquier persona y se fundamentan en dos principios básicos:

1º principio: Una idea irracional no se basa en un hecho objetivo, observable o probable.

2º principio: Una idea irracional suele ser exagerada de acuerdo al contexto y situación en el cual se ha originado.

Pongamos un ejemplo para entenderlo un poco mejor:

SITUACIÓN                                       PENSAMIENTO

Mi pareja termina la relación       (Ya no me quiere, nunca me va a querer nadie, no voy a

                                                             encontrar pareja nunca…)                  

Que tu pareja termine la relación puede ser una situación «triste» o si me apuras podría ser una situación «muy triste» pero en ningún caso resulta un hecho «horrible» como para que alguien llegue a tener este tipo de pensamientos tan desproporcionados sobre sí mismo y sobre su vida y su futuro.

Quizá, si lo comparamos con otra situación se pueda entender mejor.

Si una persona que es “dejada” por su pareja y cataloga este hecho como un suceso » extremadamente horrible», ¿Cómo catalogará el hecho, por ejemplo, de padecer un cáncer?, si seguimos con este tipo de lógica, el cáncer sería interpretado como un hecho también “extremadamente horrible”, por lo que, este tipo de ejemplos, nos harían entender la desproporcionalidad con la que se suelen interpretar algunas situaciones y de esta manera, conseguir más rápidamente, encontrar el pensamiento alternativo, más beneficioso para nosotros, ante esta misma situación.

Por lo tanto, en este caso, romper la relación de pareja, no da lugar a ese tipo de pensamientos sobre mi persona, es decir: ni esa persona tiene por qué haber dejado de quererme, (porque en muchas situaciones me ha demostrado que me quiere) ni es cierto que nadie más vaya a quererme nunca, (porque el hecho de que mi pareja actual quiera dejar la relación, no incluye al resto de mortales del planeta) ni el hecho de que mi pareja me deje, implica que NADIE vaya a querer estar conmigo nunca. (Porque existen millones de personas en el mundo con las que podrían tener una relación magnífica y entendernos mejor)

Por lo tanto, ¿cómo hubiera sido la forma acertada de actuar en esta situación y, por lo tanto, sustituir esos pensamientos irracionales por otros más racionales y beneficiosos para mi?

 

 

SITUACIÓN                                    PENSAMIENTO

Mi pareja termina la relación      Me entristece mucho, yo le quería. pero no pasa nada,    

                                                         lo afrontaré de la mejor manera que pueda y, cuando el

                                                        tiempo lo permita, podremos ser amigos y además, solo/a se

                                                    está estupendamente bien y tengo más tiempo para hacer cosas

                       

Debo decir que llegar a conseguir un pensamiento tan funcional requiere meses e incluso años de entrenamiento, pero si nunca empezamos, nunca lo conseguiremos.

En la mayoría de las ocasiones, recorrer ese camino nosotros solos, resulta algo más complicado y extenso, por lo que, siempre es importante tener claro, que podremos contar en todo momento, con ayuda profesional para poder sobrellevarlo y atravesarlo de la manera más eficiente posible.

Tú eliges como afrontas las adversidades de tu vida y tú decides de qué manera prefieres interpretarlas.

¡Ánimo!.

Artículo escrito y cedido a este Blog por la Psicóloga Andrea Mezquida Ortega. Valencia.  Colegiada NºCV12578 .andreapsicologa8@gmail.com

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