Dentro del mundo de las intervenciones asistidas con animales (IAA) podemos encontrar la hipoterapia o terapia con caballos, si bien es conocida por sus aplicaciones a nivel físico, es también una herramienta muy poderosa para trabajar a nivel emocional y cognitivo con nuestros pacientes. A continuación explicaremos las bases de este trabajo tan bonito y de los principales beneficios físicos y psicológicos.
¿Que es?
La hipoterapia o terapia con caballos es un tipo de intervención que estimula todo el cuerpo del usuario tanto a nivel físico como psíquico. Al montarse sobre el caballo, incrementa su autoestima y su motivación, lo que hace que aumente la eficacia de la intervención al convertirse en un potente reforzador para el paciente, la terapia se convierte en algo lúdico.
A nivel general, ha demostrado ser capaz de mejorar el equilibrio y la movilidad, de ahí la utilización con pacientes que sufren diferentes problemas a nivel motor, pero actúa también en otros planos como el de la comunicación y del comportamiento, de hecho, esta terapia se utiliza en gran medida con personas que sufren dificultades para integrarse en la sociedad (TEA, problemas de conducta…)
Cuando trabajamos con usuarios con algún tipo de discapacidad, sobretodo a nivel del tronco inferior (piernas), el caballo les vuelve a dotar de las sensaciónes de autonomía y de libertad perdidas, pueden volver a moverse por el espacio sin ayuda de sillas de ruedas o muletas y vuelven a tener sensaciones a nivel muscular que son muy difíciles de recrear por otros medios (montar a caballo imita el vaivén del caminar de una manera activa para el usuario). Pueden caminar al paso, trotar e incluso galopar, estas son, sin duda, unas de las mejores y más placenteras sensaciones que podemos recrear en los usuarios al introducir este tipo de intervenciones. La oportunidad de poder dar un paseo por un entorno natural va a producir un estado de ánimo positivo y a llenar de energía al usuario que lo practica, haciendo que enfrenten su día a día de un modo más feliz.
En menores con problemas de conducta también es un estímulo muy potente, ya que el subirse encima de un gran caballo y controlarlo es un gran reto para muchos de ellos, un “gran problema” que requiere de estrategias para controlar su frustración y sus miedos, y que al superarlos de manera satisfactoria, se generalizan a otros aspectos de su vida. Por medio del vínculoque estos menores establecen con su caballo se trabajan capacidades como laempatía, cuidado del otro, trabajo en equipo… y se mejoran las relaciones que establece en su círculo social y familiar)
Por estas razones se convierte en el único tratamiento por medio del cual el paciente está expuesto a movimientos de vaivén que son enormemente similares a los que realiza el cuerpo humano al caminar. Esto supone que el paciente no se enfrenta pasivamente al movimiento, sino que se ve obligado a reaccionar frente a una serie de estímulos producidos por el trote del caballo. tiene que adaptarse a los ritmos, a los 110 movimientos por minuto que el animal realiza. Debe adaptarse y responder frente a múltiples y diferentes demandas cambiantes y nuevas sensaciones. Se produce así una reacción que no es sólo muscular sino también sensorial. Afecta a todo el cuerpo del paciente, quien experimenta una mejoría global.
Pero si hay un punto diferenciador, que influye muy notablemente en la obtención de resultados positivos, es que la hipoterapia es asumida por el paciente como una diversión. Se desarrolla al aire libre, pudiendo disfrutar de cuanto le rodea, no en un lugar cerrado sin estímulos naturales. Esto está apoyado en la teoría de la biofilia, la cual dice que los seres humanos sentimos una conexión innata con la naturaleza y la vida en si, por lo que este tipo de intervención con un animal y en un entorno natural es vivida por el usuario con una mayor afinidad. Montar a caballo es una terapia, pero es también una diversión.
¿Qué beneficios tiene?
Ofrece beneficios físicos y psicológicos y pueden orientarse a una función determinada o a un grupo de funciones que requieren ser estimuladas en conjunto, logrando avances específicos de acuerdo a los requerimientos que el profesional considera que son prioritarios para el paciente.
Físicos:
El usuario mejora su equilibrio vertical y horizontal, regula el tono muscular y adquiere mejor coordinación motriz fina y gruesa, experimenta la disociación de la cintura pélvica y la cintura escapular, indispensable para la marcha sana en bipedestación. Montar a caballo a horcajadas equivale a caminar sentado. Aumento de la fuerza y resistencia. Mejora la lateralidad. Automatización del patrón de locomoción. Permite un mejor conocimiento del esquema corporal y el desarrollo del sistema propioceptivo.
Psicológicos
El usuario siente una sensación de bienestar general, mejora de autoestima y autoconfianza. Estimula la comunicación y las relaciones sociales. Mejora la expresión verbal aumentando su vocabulario, potencia la atención y la concentración, mejora la memorización y el control emocional y favorece la integración.
Para conseguir los mayores beneficios en estas terapias debe intervenir un equipo compuesto por psicólogos, fisioterapeutas, técnicos en terapia asistida con animales y monitores ecuestres especializados, además de caballos preparados para esta labor. El trabajo conjunto de todos estos profesionales ayudados por el caballo hace que los pacientes vivan esta intervención multidisciplinar como algo mucho más natural y menos invasiva que métodos más tradicionales, lo que es una clara ventaja sobretodo para usuarios que requieren de intervenciones muy prolongadas en el tiempo, ya que se convierte en algo lúdico para ellos y facilita desde el primer momento la consecución de objetivos en las áreas trabajadas.
En definitiva, es un trabajo que aúna beneficios tanto físicos y psicológicos que es vivido por el paciente como una diversión y no como una obligación de mejora, esta ventaja hace que la calidad de vida de las personas mejore desde el primer día ya que salen muy felices de las sesiones de trabajo y con la sensación de haber tenido una tarde diferente y divertida, y ese es uno de nuestros principales objetivos de trabajo, así que vale la pena probarlo, ¿no creéis?.
Artículo escrito por Laura Pazos. Psicóloga del Equipo Con.tacto. Terapia con Animales. Vigo. Colaboradora habitual y miembro titular del proyecto social elpsicologomasbarato.es