Salidas profesionales para un psicólogo en 2016

Si te pedimos que pienses en un psicólogo seguro que imaginas a un hombre sentado tras un escritorio escuchando a otra persona tumbada en un diván, mientras toma notas.
Más allá de este estereotipo, la psicología es una disciplina que se aplica a otros muchos ámbitos, cumpliendo roles y funciones diferentes que son desconocidas para la mayoría de las personas.
Por lo que si estás pensando en estudiar la carrera de psicología, te encuentras realizándola o simplemente te gustaría saber más sobre ella, en este artículo te contaremos las diferentes salidas de esta disciplina.
¿Qué es la psicología?
La psicología estudia el modo en el que piensan, sienten y se comportan los individuos desde un punto de vista científico, disponiendo de diferentes modelos y enfoques explicativos junto a herramientas y técnicas que permiten evaluar, diagnosticar, tratar e intervenir en las diferentes problemáticas.
Actualmente, la carrera de psicología tiene una duración académica de cuatro años, a los que hay que añadir en la mayoría de las ocasiones dos años más por la realización de un máster o postgrado.
Pero para saber qué master/postgrado/formación quieres hacer, antes hay que tener claro qué oportunidades o salidas existen y en qué te quieres especializar.
Salidas profesionales de la psicología
La psicología es una disciplina amplia que abarca diferentes ámbitos. Dentro de esta disciplina como mencionamos anteriormente existen gran variedad de roles y funciones que permiten desempeñar distintos trabajos que no tienen por qué parecerse mucho entre sí. A continuación te contamos cuáles:
Psicología clínica
El ámbito de la psicología clínica se encuentra regulado por la ley y consiste en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales y emocionales, teniendo un nivel de especialista sanitario. Algunos psicólogos optan por especializarse en algunas patologías concretas o por otro lado, en diferentes tipos de poblaciones (niños, drogodependientes, adultos, etc.)
El requisito imprescindible para poder ejercer como psicólogo clínico es la obtención de una plaza a través de una oposición (PIR). Este año 2016 han salido 128 plazas para toda España.

Psicología general sanitaria
Tras la regulación de la psicología como ciencia sanitaria apareció la figura del psicólogo general sanitario, el cual se diferencia del psicólogo clínico por su carácter generalista y por la realización de un máster oficial (Máster de Psicología General Sanitaria).
En este caso los psicólogos de este ámbito pueden desarrollar su actividad profesional por cuenta propia o ajena en el sector sanitario realizando investigaciones, evaluaciones o intervenciones psicológicas sobre cualquier aspecto del comportamiento relacionado con la salud, siempre y cuando no se requiera un nivel de especialización.
Psicología educativa
La psicología educativa se centra en el estudio de los procesos de enseñanza-aprendizaje, de los individuos implicados y del contexto en el que se llevan a cabo. Una de sus funciones es detectar los métodos educativos más idóneos para que los alumnos puedan desarrollar de manera óptima sus habilidades cognitivas.
En este caso, el psicólogo educativo suele trabajar en los centros educativos desempeñando varias funciones tanto a nivel individual como multidisciplinar, para tratar las dificultades de aprendizaje de los alumnos y orientarlos hacia su futuro profesional, entre otras.
Psicología social
La psicología social analiza los procesos psicológicos presentes en la sociedad y su funcionamiento, así como el modo que tenemos de relacionarnos. Esta rama de la psicología es la encargada de revelar las leyes y principios que rigen a la sociedad como los procesos de influencia o el comportamiento de los grupos.
Un psicólogo social se encargará por lo tanto de investigar las diferentes organizaciones sociales y sus relaciones, dedicándose por lo tanto a la investigación o trabajando en asociaciones u ONGs con fines sociales.
Psicología del trabajo y organizaciones
Esta rama de la psicología se encarga de aplicar los principios y métodos psicológicos al ámbito laboral y organizacional.
El psicólogo del trabajo y organizacional suele realizar tareas de selección de personal, formación a trabajadores, o incluso, fomento de la motivación, el trabajo en equipo y el liderazgo empresarial, encontrándose en los departamentos de recursos humanos.
Psicología deportiva
La psicología deportiva es un ámbito de reciente crecimiento que se encarga del estudio de los factores psicológicos en el rendimiento deportivo.
Un psicólogo deportivo suele trabajar con los deportistas tanto a nivel individual como grupal, los entrenadores y con toda la organización cercana a estos, es decir, el contexto más próximo.
En este campo se trabaja sobre todo con el manejo del estrés, la motivación, los niveles de atención y los sentimientos de autoeficacia de los deportistas.
Psicología forense y criminalística
La figura del psicólogo también se encuentra presente en los juzgados, aplicando los principios psicológicos a los aspectos legales de las diferentes situaciones.
Por un lado, tenemos al psicólogo forense que se dedica a la recolección, análisis y presentación de las evidencias psicológicas en el ámbito judicial y por otro lado, aparece la figura de psicólogo criminalista como el profesional encargado de estudiar el comportamiento y los procesos psicológicos de las personas que cometen un delito.
De esta manera, el psicólogo forense estudia e investiga cómo afecta el delito a las víctimas y cuáles son las condiciones mentales de la persona que infringe el daño y el psicólogo criminalista indica cuáles han sido los motivos y causas psicológicas que han llevado a que se produzca el delito.
Psicología experimental
La investigación también es una de las ramas de la psicología que permite la realización de pruebas y/o experimentos con el objetivo de descubrir nuevos conocimientos sobre los fenómenos y procesos psicológicos de los individuos.
De esta manera, los psicólogos que se dedican a la investigación suelen trabajar en universidades o centros de investigación durante o tras la realización de un doctorado, al que se accede normalmente tras la realización de un máster.
Otros ámbitos
Pero las salidas profesionales de la psicología no acaban aquí, ya que hay más ámbitos en los que la figura del psicólogo tiene funciones relevantes como en el área del marketing, en la seguridad vial y el tráfico, la sexología, la psicoterapia, la docencia o incluso, en el ámbito en auge de los videojuegos o el coaching.

Artículo cedido a este Blog por la Psicóloga Gema Sánchez Cuevas. Colegiada Nº EX01253. © All rights reserved.

Porque no debí contar eso en Facebook. Del exhibicionismo al victimismo en Redes Sociales

En nuestra sociedad actual, la sociedad mediatizada por internet, las redes sociales y demás aplicaciones relacionadas con la temática; asistimos a un fenómeno de hiperconectividad y de exceso de exposición de nuestras propias vidas en dichas redes.

Desde sucesos positivos como logros, a fracasos o desahogos en los muros de dichos perfiles que a más de uno le servirán de alegría y regocijo -ya esto depende del corazón de cada cual- o a pretenciosas fotos, exhibición del lugar donde se está y demás narraciones a tiempo real de las hazañas de cada uno. Pero… ¿Dónde está el límite? ¿Existen riesgos? ¿De ser así cuáles son?

Bien pues, partiendo de la base, que según qué cosas contemos podríamos arrepentirnos, adicionalmente, esto podría llegar a acarrear consecuencias negativas en nuestras vidas. Si bien siempre podremos borrar o editar, siempre puede ser demasiado tarde, ya que alguien, lo habrá visto ya.

Pero… ¿por qué no debí contar aquello en Facebook?

Primeramente, por lo ya citado más arriba. Luego podemos reflexionar, y llegar a la conclusión que quizá en un arrebato, lo que escribimos no les interesaba lo mas mínimo a ninguno de nuestros contactos (con el consiguiente arrepentimiento). En estos casos es útil escribir mejor para nosotros mismos en una libretilla o una pequeña carta.

Para continuar, se han documentado casos, de personas que han sufrido robos en sus domicilios por la simple razón de exhibir donde se encontraban, cómo, a qué hora y con quienes. Todo ello, si va acompañado también de las fotos de rigor, puede facilitar mucho el trabajo a los cacos.

Otro punto importante sería el paso de la delgada línea que separa, el exhibicionismo del victimismo en RRSS. Una persona que se expone demasiado, está otorgando demasiado poder a quienes visitan ese perfil o foro de internet. Es posible que de esa información extraigan más y posteriormente chantajeen e incluso amenacen al usuario que de esta forma, pasa a ser víctima de delitos en la red. Ni que decir tiene, el por qué de la importancia de fomentar un buen uso de internet entre los jóvenes y adolescentes, así como enseñarles a ser precavidos y pensar las cosas dos veces antes de publicar.

Para justificar esto, también tristemente, tenemos ejemplos y casos reales de personas, que han sufrido esto en sus propias carnes. Personas que han sido amenazadas o han sufrido linchamientos vía internet. Sobre todo, este fenómeno se da, en foros, seguido de redes sociales como facebook e instagram en las que es mas fácil hacer sentir débil a la víctima, (Espinar et al, 2009) y las que por otro lado dan más poder «de ataque» al perpetrador de estos actos facilitando el acceso al material para llevar a cabo sus «fechorías» tal como: fotos, datos personales, datos de interés sobre familiares etc.

Estas personas narran con autentico terror el calvario que otras personas les hacen pasar y cuentan como padecen de ansiedad y autentico insomnio cuando están sufriendo este tipo de acoso. Internet, facilita este tipo de actos «debido al anonimato que se da en muchos foros de internet» -declaran los expertos-. Es entonces, cuando esto sucede, que se pasa de exhibirse a hacerse victima de lo que uno mismo ha publicado. Es una línea más que peligrosa que se recomienda no sobrepasar, ya que puede hacernos jugar malas pasadas y producirnos sufrimiento innecesario.

Para ello, se recomienda, como no podía ser de otra manera, ser más cautos. Sí que es bueno, aceptable e incluso saludable publicar cosas. ¿Cómo no? Desde amantes de la música que cuelgan infinitas canciones, a poetas frustrados e incluso «filósofos» reflexivos que cuentan como les ha hecho sentir el día en particular. Pero con ciertas reservas. No se recomienda exponerlo todo, o narrar en RRSS paso a paso lo que hacemos durante el día como si de un cuaderno de bitácora se tratase.

Aquí, es clave y muy importante la gestión del tiempo que destinamos a internet, y más concretamente a las RRSS. Con ello evitaremos la sobreexposición, estaremos más ocupados con otras cosas y actividades y a la vez desconectaremos mas de las redes sociales y de la necesidad de actualizar y contar paso a paso nuestro día en todo momento. Porque está demostrado, que cuando más felices y entretenidos estamos, menos pensamos en contarlo, y en volcarlo en las redes.

Desconectar nos hará estar más en contacto con nuestro ambiente y alrededor, haciendo que lo disfrutemos y estando plenamente conscientes de disfrutar y con ello, evitaremos la exhibición de pretenciosas imágenes de viajes que parecen infinitos y sobremagnificados, narraciones continuas de a dónde nos dirigimos, que hacemos o qué vamos a hacer, y en definitiva distorsiones de la realidad que no reflejan para nada con fidelidad la misma en cuanto a nuestras vidas. Ni todo el mundo está siempre tan feliz, ni todo el mundo está siempre ocioso y pasándoselo a tope. La realidad es bien distinta, y ella conlleva, obligaciones, prudencia, cuidado e intimidad, así como protección de la propia privacidad.

BIBLIOGRAFÍA:

Echeburúa Odriozola, E., Requesens Moll, A., (2012), Adicción a las redes sociales y nuevas tecnologías en niños y adolescentes, España: Editorial Pirámide.

Espinar Ruiz E., Gonzalez Río, M.J., (01/09/2009). Feminismo/s 14 , diciembre 2009, pp. 87-106 Jóvenes en las redes sociales virtuales. un análisis exploratorio de las diferencias de género. Feminismos, 14, 87-106.

https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/13302/1/Feminismos_14_06.pdf

Para saber más: http://www.webespacio.com/peligros-redes-sociales/

Artículo escrito y cecido a este Blog por la psicóloga Raquel Herrero Palacios ©. Todos los derechos reservados.

El odio en las redes sociales. Del porqué hasta el dónde parar

Las redes sociales son una realidad presente en nuestras vidas que han revolucionado la forma en la que nos llega la información.

En la actualidad, cuando un suceso ocurre hacen falta solo un par de minutos para que comience a circular por Internet lo sucedido. Un tuit, una foto instantánea o un comentario son suficientes para comenzar la interacción en el escenario de las redes sociales, el cual es visto por millones de usuarios y es capaz de mantener al mundo conectado.
Pero más allá de los contenidos, la comunicación digital emerge como un conglomerado invisible de emociones que se difunde desde niveles micros a macros. La naturaleza viral con la que se expanden los contenidos publicados permite que se esparzan rumores y opiniones que a veces pueden llegar a provocar situaciones de riesgo por el contagio emocional que producen.

Opiniones contrapuestas
En las redes sociales no solo impera el positivismo con sus carteles optimistas y motivadores, que en ocasiones pueden conllevar a la falsa esperanza de llegar a ser invencibles si no se tienen en cuenta las peculiaridades de cada situación y persona. Sino que también salen a escena la discriminación, el odio o la rabia hacia determinados colectivos y personas camuflados bajo el anonimato e incluso, en ocasiones bajo nombres y apellidos.
En relación a este último caso, podemos mencionar como tras la muerte del torero Víctor Barrio, se produjeron numerosos comentarios en diversas redes sociales por un lado lamentando lo sucedido y por otro, celebrándolo. Originándose rápidamente un cruce de opiniones opuestas entre los usuarios.
Esta situación nos lleva a reflexionar más allá del posicionamiento que cada uno de nosotros tengamos (taurinos, antitaurinos o indiferentes) sobre la expresión de nuestras opiniones a través de estos medios y la propagación digital del odio.

¿Límites o libertad en nuestras opiniones?
¿Hay un límite para expresarnos o por el contrario, la condición es ser libres? Cuestión recurrente que muchos de nosotros nos planteamos y de compleja respuesta, pues todo el mundo desea y quiere ser libre, pero existen unas cuestiones ético-morales que emergen y rigen el mundo en el que vivimos.
Partiendo de la base que desde cualquier extremo, el mundo puede verse blanco o negro, sabemos que el espectro completo de la realidad engloba infinitos tonos y matices. La cuestión radica en que permanecer en un extremo e ir en contra del otro, si no se regula puede llegar a ocasionar graves cataclismos.
Dejarnos llevar por un sentimiento como en este caso el odio, no solo expresa nuestro desacuerdo sino que puede llegar a confundirse con la agresión que es su dimensión comportamental y cometer actos que perjudiquen a los demás, como los comentarios celebrando la muerte del torero.

Reconocidos personajes de la historia como Aristóteles o Sigmund Freud, identificaron en el odio la presencia de sentimientos de violencia. Martin Luther King lo comparó como una noche sin estrellas. Y Lou Marinoff lo señalo como una de las ponzoñas toxinas que envenena la mente, endurece el corazón y envilece el espíritu.
El odio es uno de los reversos más peligrosos del ser humano.
Si además unimos esta emoción a la poderosa propagación digital de la información a través de las redes sociales nos encontramos con un contagio emocional sin límites.
¿Quiere decir esto que no podemos expresar nuestras opiniones? Quizás no sea tanto no expresarlas sino ser conscientes de que si defendemos la libertad de expresión, estamos afirmando a su vez la libertad de elección y esto no significa libertad para eludir las consecuencias que conlleva elegir, sino responsabilizarse de ellas teniendo en cuenta que formamos parte de un sistema.

Tener opiniones contrapuestas no significa penalizar, discrimina u odiar al otro por sus diferencias y el hecho de hacerlo a través de las palabras no minimiza los daños. La palabra conlleva un resultado y éste una emoción, proceso que se amplifica con el uso de las redes sociales. Por ello es recomendable pensar antes las emociones que podemos despertar con nuestras opiniones. No podemos olvidar que respetar al otro constituye una de las bases fundamentales de las relaciones humanas
Jhon Stuart Mill dijo “La libertad de expresión es un acto libre mientras no se le haga daño al prójimo” y creo que no se equivocaba.

Referencias bibliográficas:
-Dimmick, J., Ramirez, A., Wang, T., & Lin, S.-F. (2007). Extending society’: The role of personal networks and gratification-utilities in the use of interactive communication media. New Media & Society, 9(5), 795–810
-Marinoff, Lou (2006). El ABC de la felicidad. Aristóteles, Buda y Confuncio. Barcelona: Ediciones B.
-http://www.mediterranea-comunicacion.org/Mediterranea/article/view/10

Artículo cedido a este Blog por la Psicóloga Gema Sánchez Cuevas. Colegiada Nº EX01253. © All rights reserved.

¿Por qué votar en las próximas elecciones del 26 de Junio? Aspectos Psicológicos

¿Ya has decidido a quién votar en las próximas elecciones que están a la vuelta de la esquina? Sea como fuere, primeramente reseñar que aunque nos parezca que no, hay mucho de psicológico en torno a este tema.
En el proceso de toma de decisión al elegir al líder político que más adecuado nos resulta a cada uno, operan varios factores, que dan como resultado la proyección en dicho líder de nuestras expectativas.
Uno de esos factores es la afinidad. Efectivamente, algo parecido a lo que opera cuando buscamos pareja, parece operar en este fenómeno. Tenderemos a elegir a aquel líder, que más se adecue a mis propios esquemas mentales, y valores, ya que al margen de sus posiciones, dichos esquemas le harán similar a nosotros en COMO piense, y si adicionalmente, lo QUE piensa coindice con lo que nosotros pensamos, le elección de ese candidato se hará efectiva. Esa misma afinidad también se hace patente e influye en cuanto a sus formas, si le vemos cercano a nuestro modo de vivir, de reaccionar y puede que en algunos casos incluso, hasta al de vestir.
Algo derivado de esa afinidad, es la similitud que percibimos de ese líder, así como la cercanía que nos transmite. Lógicamente, habrá personas que esa cercanía la sientan con un líder y con otro no, debido a que está estrechamente relacionado con la cuestión anterior. Una persona afín a mí, es percibida como más cercana o familiar que otra a la que no considero afín. Este sería un factor muy decisivo para elegir a un candidato.
Y por último y no menos importante el más evidente. Un líder que opina, quiere actuar y lo expresa en consonancia a como lo haríamos nosotros, será nuestro candidato. Piensa por un momento: Aunque existan diferencias, por lo general…¿Tus amigos piensan y tienen unos valores en general afines a los tuyos? Si, ¿verdad?. Pues con esto ocurre lo mismo.

Por otro lado, la otra piedra angular que está condicionando el proceso de decisión, son nuestras expectativas como ciudadano. Las expectativas que nos llevan a votar pueden ser variadas y tales como: querer cambiar el orden de las cosas porque el actual no se ajusta a nuestros esquemas y valores, actuar como ciudadano movido sin más por la masa, o bien sentirse motivado por el bien común y decidir responsablemente. Sea como fuere, son las expectativas las que me hacen actuar o decidir en consecuencia. Veamos un ejemplo.
Si como ciudadano valoro, que lo que necesita mi sociedad actualmente es «X», y entre los candidatos hay dos que van a apoyar y luchar por la causa de «X» que es una de mis prioridades a resolver o mejorar como ciudadano, decidiré entre ellos dos, y seguramente ahondando, elija al que de los dos, más cercano y afín sienta.
Es por tanto que yo ciudadano, al tener una expectativa «Y» veo probable que suceda, y para ello, para que ésta se haga efectiva elijo a un líder de entre varios proyectando en su figura mis deseos y esperando que él sea la vía de alcanzar y ejecutar lo que yo veo como necesario y prioritario.

Al margen de la expectativa de cambio o de mejora, puede estar la de éxito o fracaso (Burnett, 1991; Mann et al., 1998). Un grupo de votantes y seguidores de un partido «Z» creerán que si votan a su candidato, que expone unas medidas y acciones que ven acertadas, le llevarán al éxito rotundo, y esto les hará desechar al resto de candidatos que perciben como fracaso. Si ellos perciben que lo que expone el adversario no es el modo en que ellos mismos resolverían ese problema, se percibe como fracaso y esta expectativa es la que opera en la decisión de no votar al líder del partido «X» que no propone los puntos que propone el de «Z».
En otros casos, existen otras personas cuya motivación para votar no es más que el que: «porque los demás lo hacen» siendo esa expectativa el votar propiamente dicho. Quizá no crean que ningún candidato es aceptable o que no se ajusta a lo que ellos quieren. Pero esto es otro tema aparte.
Para concluir, el proceso de decisión que opera en la elección de un líder político, es complejo y como hemos visto es influenciado, por expectativas, por valores y similitud de esquemas mentales e incluso por conformismo y presión grupal o dejarse llevar por la norma o mayoría de un grupo en algunos casos. Estos últimos factores aquí citados son también muy importantes y comunes en grupos que pudieran no tener del todo claro su decisión. No olvidemos que vivimos en sociedad, y diariamente nos vemos influenciados por la información que recibimos; la presión social, es todo un hecho.

Raquel Herrero Palacios

BIBLIOGRAFIA
Aronson, E. (1975). El animal social. Madrid: Alianza Editorial.
Luna Bernal, A et al. (2014). Patrones de toma de decisiones y autoconfianza en adolescentes. Revista de psicología. 32 (1). Versión On-line ISSN 0254-9247.
ONLINE:
https://psicologiaymente.net/social/conformismo-presion-grupo#!
http://psicologia.isipedia.com/segundo/psicologia-del-pensamiento/07-la-toma-de-decisiones

Artículo escrito y cecido a este Blog por la psicóloga Raquel Herrero Palacios ©. Todos los derechos reservados.

¿Qué son los cuidados paliativos y en qué consisten las funciones que el psicólogo desempeña en este entorno?

Los cuidados paliativos son la otra cara de la medicina que tiene por objeto una intervención activa y global para paliar todas las necesidades de la persona con una enfermedad avanzada. El término ´´paliativo´´ deriva de pallium, de origen latino que significa ´´capa´´. En su origen, significa proporcionar una capa para proteger ante el frio. Teniendo en cuenta el origen del concepto, con los cuidados paliativos nos referimos al alivio del dolor y del sufrimiento en los pacientes que padecen enfermedades avanzadas y donde el esfuerzo terapéutico ha dejado de tener sentido terapéutico, buscando el bienestar en todas las dimensiones de la persona: físico, psicológico, social y espiritual. Basándonos en lo que dice la Organización Mundial de la Salud, los cuidados paliativos son la atención específica, activa e integral que deben recibir los enfermos con una enfermedad avanzada, progresiva e incurable y sus familias, atendiendo a todas sus necesidades.

No cabe duda de que los cuidados paliativos han de ofrecerse por equipos multidisciplinares especializados formados por médicos, enfermeros, psicólogos, auxiliares de enfermería, trabajadores sociales etc. A estos profesionales a veces se les unen voluntarios que ayudan al enfermo y a los familiares en tareas no sanitarias, permitiendo a la familia disponer de un poco de tiempo para dedicar a otras actividades. La actividad de todo el equipo es fundamental para la consecución del objetivo común: el bienestar del paciente y sus familias.
Se podría hablar mucho sobre este tipo de cuidados y de los objetivos que pretenden, pero básicamente todas las definiciones tendrían factores comunes como pueden ser la disminución del sufrimiento del enfermo y su familia, mejorar la calidad de vida en lo posible, teniendo en cuenta las circunstancias existentes, ofrecer un sistema de soporte para ayudar a las familias adaptarse durante la enfermedad e incuso en el duelo, o integrar los aspectos espirituales y psicológicos del cuidado de los pacientes.

La función del psicólogo será por tanto, complementar y optimizar el objetivo primordial, es decir, la consecución del bienestar para el enfermo y la familia, favoreciendo en este caso, la adaptación psicológica al proceso de la enfermedad y la muerte. En relación al papel que el psicólogo puede desempeñar en el campo de la enfermedad terminal, Barreto y Bayés (1990) lo sintetizan en tres puntos:

• Fomento del recurso del paciente y los cuidadores ( haciendo especial énfasis en las habilidades de comunicación)
• Detección de necesidades psicológicas especificas del enfermo, equipo terapéutico o personas relevantes
• Provisión de apoyo emocional a los diferentes elementos de la situación terapéutica.
Para conseguir estos objetivos es necesario identificar y priorizar aquellas necesidades del enfermo que hacen referencia a los aspectos físicos, sociales, psicológicos y espirituales, para luego potenciar aquellos recursos del paciente y de la familia que serán utilizados como estrategias para reducir la percepción de amenaza experimentada por ambas partes, suprimir la sensación de impotencia y aumentar la percepción de control sobre su realidad.

¿A quién van dirigidos los cuidados paliativos?

La enfermedad avanzada y la presencia más o menos explícita del momento de la muerte es una de las situaciones que más emociones generan en todos los intervinientes: en las personas enfermas, en los familiares y en el equipo de profesionales que los atienden. El enfermo y sus familiares son sin duda los actores más relevantes del escenario terapéutico. El otro gran pilar de los cuidados paliativos lo constituye el equipo de profesionales encargado de trabajar adecuadamente para conseguir los grandes objetivos marcados. Muchas veces tanto el equipo asistencial como el terapéutico están sometidos a fuentes importantes de estrés tal como se ha comprobado en numerosas ocasiones. Resumiendo, los elementos que están interrelacionados en la enfermedad terminal (enfermos, familiares y personal asistencia), han sido conceptualizados a través del modelo triangular del sufrimiento como los destinatarios principales de los cuidados que mencionamos.

¿Podría explicarnos cuál sería la intervención psicológica con un enfermo terminal?

Enfrentarse a una enfermedad incurable representa una amenaza para la vida, uno de los momentos más perturbadores de nuestro estado psicológico, pudiendo dar lugar a una serie de reacciones psicológicas como la ansiedad, depresión, miedo, ira, tristeza, rabia u hostilidad, que suelen ser de naturaleza muy intensa, reacciones que pueden intervenir con el tratamiento y por consiguiente con la calidad de vida y la consecución del bienestar del paciente.
Aunque existe un sinfín de reacciones emocionales tan diversas como personales, hay algunas que se repiten con más frecuencia en los pacientes destinatarios de los cuidados paliativos. Por ejemplo en lo referente a la ansiedad, conviene su tratamiento precoz desde la triada que lo compone: sintomatología somática (inquietud, tensión muscular, sudoración, palpitaciones, opresión torácica etc.), conductual (irritabilidad, llanto repentino, etc.) y cognitiva (distorsiones cognitivas, miedos o preocupaciones excesivas por el futuro). Brindar apoyo y seguridad permitiendo al paciente expresar sus temores y preocupaciones acerca de la situación y ofrecerle una información útil, identificar claramente las posibles fuentes de estrés e intentar mitigarlas o sugerir técnicas de relajación para reducir la sintomatología física de la ansiedad son algunas de las tareas que los psicólogos llevamos a cabo en las unidades de cuidados paliativos.

¿En qué consistiría la atención psicológica de los familiares afectados o el personal sanitario?

En una Unidad de Cuidados Paliativos normalmente encontramos sufrimiento tanto por parte del paciente como de la familia o del personal sanitario, y debemos entender tal sufrimiento como un todo multidimensional centrado en el dolor físico, psíquico y espiritual. Ante un pronóstico de vida amenazador, normalmente el entorno familiar experimenta una crisis emocional generada por la enfermedad progresiva e irreversible donde las intervenciones curativas hayan fracasado, y la etapa terminal se aproxima. El modo en el que los familiares gestionarán este proceso de movilización ante estrés provocado por la enfermedad pero también por las necesidades del paciente, participará en el aumento de la esperanza, calidad de vida y el bienestar del enfermo. La noticia de la enfermedad generará un gran impacto emocional que requerirá tiempo de asimilación para después iniciar actuaciones más concretas: la conversión de los familiares en los ´´cuidadores´´ del enfermo, la adaptación a la enfermedad, la adaptación a la gestión diaria del tiempo para atender al enfermo, las diversas reacciones emocionales vividas ante la situación (cuadros depresivos, cansancio progresivo, ansiedad ante el proceso de la enfermedad etc.)

El equipo sanitario es otro gran pilar de los cuidados paliativos y no está exento de reacciones emocionales, ya que aunque hablamos de profesionales muy cualificados no quita que sean personas con sentimientos, emociones y debilidades. Las funciones que deberán asumir suponen un alto nivel de capacitación y responsabilidad, una sólida cualificación profesional, y exigentes habilidades de comunicación, situaciones que muchas veces pueden considerarse fuentes importantes de estrés. Es ahí donde los psicólogos de los cuidados paliativos debemos prestar atención y asistencia para prevenir o mitigar los efectos que toda situación ansiógena pudiera generar en los profesionales sanitarios y en sus tareas.

Artículo escrito y cedido a este blog por la psicóloga Cristina Diaconu. All rights reserved. Copyright ©

El arte de comunicar en 2016

Comunicarnos es un acto mucho más complicado de lo que solemos imaginarnos.
No somos conscientes de la importancia de la comunicación, tanto verbal como no verbal; de la importancia que tiene comunicarnos de manera clara, evitando llegar a malentendidos, confusiones y conflictos.
Incluso somos poco responsables en relación a nuestra manera de comunicarnos, no dándole importancia al impacto que puedan tener nuestras palabras o gestos en la otra persona. Ni que decir tiene del respeto que a veces omitimos hacia el otro, cuando ni siquiera lo escuchamos porque estamos más preocupados sobre lo que vamos a decir más tarde.
La comunicación es todo un arte en el que somos casi unos principiantes, pues estamos demasiado acostumbrados a crear realidades a partir de supuestos ideacionales sin verificar lo que el otro quiere transmitirnos, simplemente dando por entendido aquello que hemos recibido.

Y por supuesto, a lo que estamos más acostumbrados es a echar la culpa y/o intentar convencer al otro cuando conversamos, en eso somos unos grandes expertos.
Pero la comunicación también es afecto o la ausencia de éste, tanto en su esfera verbal como en la no-verbal; también es emoción. Ya que cualquier tono, expresión, gesto que reviste un discurso o un diálogo, está mediatizado en buena medida por los sentimientos.
Por lo tanto, entender la comunicación como un hecho simple está muy alejado de la realidad, sobre todo por la gran cantidad de variables que intervienen y que tan poco se tienen en cuenta. Un simple gesto puede constituir el detonante de todo un efecto dominó en una dinámica relacional entre dos personas.
Sin olvidarnos del contexto, el cual da sentido y significado a nuestras acciones. El dónde, en qué momento y situación se dice o hace lo que se dice también es importante. Incluso en ocasiones, resulta común como se aísla una frase o expresión de un discurso, descontextualizándola y apartándola así de su eje central para utilizarla posteriormente como defensa o modo de ataque al interlocutor.
¿Cómo es el proceso de comunicación?
Para entenderlo, imaginemos a dos personas, una de ellas posee una idea que intentará traducir en palabras para que su interlocutor lo entienda. Puede ser su concepción del amor, de la amistad o simplemente le trata de explicar cómo es la persona que le gusta o la dificultad que tiene en el trabajo.
Pero, ¿os habéis parado a pensar que cuando una persona intenta transmitir una imagen, una idea o habla sobre algo, probablemente la otra persona con la que está interactuando no recibe lo mismo?
Parece que nos entendemos, pero lo único que hacemos para intentar llegar a ello, es ir construyendo historias en base a lo que recibimos y a lo que cada uno de nosotros trae consigo de fábrica. Por lo que no hay una realidad externa a nuestros ojos, sino que la construimos in situ a través del lenguaje verbal.

Tú me cuentas y yo construyo, te devuelvo y tú vuelves a construir. Y casi sin quererlo, le somos infiel a la realidad gracias a nuestros filtros y a nuestra propia visión. Por lo tanto, intentamos transmitir algo e intentamos entenderlo, pero tan solo lo intentamos… o ¿no?
Cada uno de nosotros desde nuestra estructura cognitiva, sistema de creencias, valores, experiencias personales y normas socioculturales y familiares, construimos ideas desde nuestro modo de conocer.
5 axiomas de la comunicación
Por último para intentar entenderlo todo un poco mejor, os presentamos los 5 axiomas de la comunicación, según Paul Watzlawick, autor de varios libros y de la Teoría de la Comunicación Humana:

1) Es imposible no comunicarse
Todo comportamiento en cierta medida es una forma de comunicación, ya sea a nivel implícito o explícito. Incluso el silencio lleva consigo un gran contenido, pues éste ya es una respuesta en sí mismo, por lo tanto, resulta imposible no comunicarse.

2) Toda la comunicación tiene un nivel de contenido y un nivel de relación, de tal manera que el último clasifica al primero, y es por tanto, una metacomunicación.
En este caso, se hace referencia no solo al qué o significado de lo que se quiere comunicar sino también al cómo la persona que habla quiere ser entendida y como quiere o pretende que le entiendan. Es decir, transmitimos datos y a la vez, cómo queremos que se entiendan éstos.

3) La naturaleza de una relación depende de la gradación que los participantes hagan de las secuencias comunicacionales entre ellos.
Cada uno de nosotros siempre realiza una versión de lo que observa, por lo tanto, nos contamos historias a nosotros mismos sobre lo sucedido en base a nuestras experiencias, características personales y aprendizajes.

4) La comunicación humana implica dos modalidades: digital y analógica.
Con este axioma se hace referencia a la transmisión directa de la información a través de la palabra (modalidad digital) y a la forma de expresarnos a través del movimiento, la tonalidad o posturas corporales (modalidad analógica).Cuando hablamos más allá de emitir palabras, nuestros ojos también hablan por ejemplo y nuestro cuerpo.

5) Los intercambios comunicaciones pueden ser tanto simétricos como complementarios.
Y por último, aquí se hace referencia al modo de relacionarse de las personas, unas veces bajo condiciones de igualdad, mientras que otras bajo las diferencias.
Cuando la relación es simétrica, ambas personas se mueven en el mismo plano en condiciones de igualdad, pero no se complementan, sino que su intercambio suele ser dificultoso, ya que cada una de ellas critica o toma la iniciativa. Mientras que si la relación es complementaria, ambas personas se encuentran en condiciones de desigualdad pero aceptan sus diferencias, permitiendo así el complemento en la interacción, son por ejemplo las relaciones padre-hijo, vendedor-comprador, etc.
Finalmente recordaros que vemos lo que queremos ver, mientras inventamos y creamos realidades, siendo el lenguaje la principal vía de dicha construcción. Por lo que cada uno de nosotros somos pequeñas historias.
El mundo es la imagen del lenguaje…

Referencias bibliográficas:
-Ceberio, Marcelo R. (2006) La buena comunicación. Las posibilidades de la interacción humana. Barcelona: Paidós
-Watzlawick, P. (1980) El lenguaje del cambio. Barcelona: Herder

Psicóloga Gema Sánchez Cuevas. Colegiada Nº EX01253. © All rights reserved.

¿Qué usos tiene la Grafopsicología en este 2016? Entrevista a la experta psicóloga Carmen Montero.

1)¿Qué usos tiene la Grafología en el 2016?
Bueno, antes de contestar a esta pregunta, creo que es necesario señalar lo que es la Grafología, es una ciencia y un arte que estudia los múltiples aspectos de la personalidad por medio de la escritura.
La Grafología Científica se sirve de la escritura como instrumento de diagnóstico porque el gesto gráfico depende directamente del cerebro “Cuando la mente titubea…titubea la mano”
¿Usos de la Grafología? Prácticamente yo diría que para cualquier ámbito…
En la actualidad la grafología tiene diferentes usos para aplicar en diferentes áreas…En Organizaciones (recursos humanos, organismos oficiales, ámbito empresarial), en el área Clínica, en el área de Educación, en el área Judicial, en el área infantil-juvenil

2)¿En qué ámbito trabajáis los grafopsicólogos?
Hay que distinguir entre Pericia grafológica y Grafología . Mientras los peritos grafológicos determinan quien es el autor de un escrito. La Grafología estudia como es el autor del escrito. En pericias legales y judiciales, los peritos caligráficos buscan garantizar la autoría de un escrito (Testamentos, Herencias, Falsificaciones…
En Grafología hay más ámbitos de intervención.
Grafología en las Organizaciones. Selección de Personal.- descubriendo las capacidades y potencialidades de un sujeto para un puesto de trabajo determinado. En el área de dirección, para detectar posibles líderes., reordenación laboral..etc.
En la investigación histórica, estudia el grado de autenticidad de escrituras antiguas, estudia la vida de personajes célebres de la historia dejando traslucir su personalidad, temperamento, sus gustos, su inteligencia, etc.
Grafología para el conocimiento personal.
Grafología en el ámbito educativo infantil-juvenil.
Grafología en el terreno de la medicina, siendo una herramienta útil para detectar alteraciones psíquicas y físicas, pudiendo llegar a descubrir disfunciones orgánicas (S. Circulatorio, Sistema Digestivo, Sistema Motor…)
En la orientación vocacional, sobre todo para los jóvenes esto irá de acuerdo a sus capacidades intelectuales, aptitudes, personalidad, motivaciones..

3)¿Hay alguna prueba además que complemente las pericias grafo-psicologicas?
No tengo datos al respecto, lo siento, ahí no puedo ayudarte.

4)¿Qué Escuelas hay en España para formarse?
En la Sociedad Española de Grafología, pueden indicar que escuelas son referentes. En ella utilizan el” Sistema Xandró”.
El profesor Xandró fue mi primer maestro en grafología por los años 80-90, un referente en la Grafología, dedicando la mayor parte de su vida a la enseñanza y a la investigación en esta disciplina.
La Sociedad española de Grafología está situada en la Avda. de Mediterráneo 18, en Madrid, pero tiene Delegaciones en otros puntos de España.
Su página web es www.soespgraf.com

5)¿Se puede llegar a diagnosticar a través de un contenido grafopsicológico, o es un complemento que aporta información?
Se puede diagnosticar de manera muy específica. Además es el único test que detecta la moralidad-inmoralidad del sujeto que realiza un escrito. Hay 8 géneros gráficos manifestados en un escrito, todos no se pueden manipular, si intentamos ser más rápidos en el género gráfico de la velocidad, esto irá en detrimento del género gráfico forma…¡No se escapa nada!
También puede ser un buen complemento que aporte información.
Hay que ser muy buen grafólogo para realizar un buen diagnóstico.
“YERRA EL GRAFÓLOGO DONDE ACIERTA LA GRAFOLOGÍA”

6)Como medida terapéutica… ¿es posible curarse escribiendo?
Contestar SI o NO es muy difícil, la curación depende de muchos factores, pero lo que si puedo contestar, es que la Grafoterapia consigue la regeneración neuronal a través de sencillos pero precisos ejercicios.
En la actualidad la Grafoterapia representa la Neurogénesis (regeneración de neuronas en cerebros de adultos) mediante sencillos y precisos ejercicios. Esta Plasticidad Cerebral muestra como las personas siempre pueden cambiar.
El arte de escribir no solo refleja la psicología del individuo, sino también su fisiología.
“LA ESCRITURA REFLEJA EL FUNCIONAMIENTO PSICOSOMATICO DEL INDIVIDUO”

¿ Qué siente un refugiado de guerra ?

Se define refugiado de guerra como una persona que se ha visto obligada a abandonar su país de origen debido al peligro que podía correr por causas relacionadas con la guerra. Además los refugiados, se ven obligados a salir de su país porque no reciben la suficiente protección por parte de éste. Estos civiles generalmente huyen debido a la escalada de violencia en la guerra correspondiente.

Muy de actualidad, nos toca de cerca la problemática de los refugiados sirios, quienes por un lado tienen que enfrentar en su mente un conflicto enorme, conllevando ello un gran sufrimiento debido a que: por un lado, están escapando de su propio país, donde tienen su identidad, sus recuerdos, su vida hasta el día en que deciden que deben irse; esto es, es huir de tu propio pasado a la fuerza, para a la vez, enfrentarse a un futuro incierto, ansiógeno y altamente estresante, en un país diferente, que no es el propio, y que no se conoce, (teniéndose que adaptar a otras costumbres, integrarse en otro tipo de grupos y ambientes…etc.) entrando aquí cuestiones sociológicas, antropológicas etc. Es una dicotomía muy compleja y dolorosa, en la que existe un punto de inflexión que es la partida del refugiado a otro país vecino para mejorar sus condiciones de vida y seguridad.

Entre las consecuencias o aspectos psicológicos en un refugiado, hay que tener en cuenta elementos tales como, sentimientos de miedo, por el anticipo o incertidumbre de lo que pasará en un futuro incierto y estresante, problemas relacionados con la ansiedad y el estrés, falta de identificación con el nuevo entorno y dificultades para entablar nuevas relaciones y apoyos que puedan ser útiles en el proceso de adaptación al nuevo país de residencia, entre otros. Estos migrantes forzados además tendrán que convivir con los recuerdos tortuosos de las situaciones que han vivido y que les han llevado hasta el país destino.
Además como ya apuntan ciertos autores, mientras mayor sea la distancia cultural, mayor es el riesgo de producción de desordenes psíquicos. (González, 2002).
Otro aspecto importante son los niños que llegan dentro de estos grupos de refugiados, para los cuales la vivencia traumática puede ser incluso mayor que en un adulto y con secuelas más duraderas. Es por ello que a ellos, habrá que brindarle protección y asistencia extra y especializada, pues son unos de los colectivos más vulnerables dentro del grupo de los refugiados de guerra.

Desde el punto de vista más antropológico podemos hablar de la introducción de nuevas costumbres o modelos de vivir en un país destino, y con frecuencia estas personas, tenderán a aislarse al mismo tiempo que a unirse a otras de su mismo país de origen, dando lugar a zonas como ya se ha citado anteriormente, aisladas del resto de ciudadanos que viven en el país destino elegido por los refugiados de guerra. Todo esto, acrecentará las diferencias, y producirá en el refugiado sentimientos de marginación o aislamiento. También hemos de tener en cuenta, que en ocasiones el idioma no será el mismo, y esto también genere barreras de comunicación por lo que la intervención holística y general se ha de llevar a cabo con interpretes como pilar fundamental.
Asimismo, puede darse que los refugiados traigan al país destino sus costumbres a la hora de vestir, con vestimentas propias de su zona, e incluso introducir formas de alimentación propias en el nuevo país. Esto en ocasiones puede desencadenar conflictos en el país destino, como estamos acostumbrados a presenciar, como es el caso de la vestimenta o indumentaria. En última instancia, también cabria hablar de mestizaje pero a un largo plazo y a lo largo de los años.

Desde el punto de vista más puramente sociológico, profundizaremos en la intervención que este colectivo requiere en consecuencia de todas las dificultades que desde el punto de vista psicológico pueden afectarles que recordamos como: desorientación, miedo, desconfianza, carencia de recursos económicos, ansiedad alteraciones nerviosas, etc. Es por tanto que los trabajadores sociales deben centrarse en: crear confianza y seguridad en los refugiados, dotar de acogida y trato amable, e informar claramente sobre el procedimiento de asilo entre otras.

Ellos, necesitan sentirse parte de la sociedad destino. Necesitan sentirse identificados, necesitan sentir que forman parte del grupo por lo que pueden existir factores operantes como la desconfianza, aislamiento, que han de ser paliados por las intervenciones de antropólogos, trabajadores sociales y psicólogos. Aquí debemos tener en cuenta las palabras de (González, 2002) quien alega que: La respuesta de la sociedad a los problemas psicosociales de los refugiados ha derivado en una creciente institucionalización, modelo de solución que es ajeno a ellos. Las estructuras institucionales son en cierta medida partícipes de un proceso de inhabilitación del refugiado. Por lo que se debe tener especial cuidado con la institucionalización de este fenómeno.
También desde el punto de vista sociológico podemos tener en cuenta como un refugiado puede sentirse no identificado con la religión de su país destino que puede ser diferente, entrando también en conflicto creencias, y acrecentando ello mismo también la tendencia a aislarse en núcleos poblacionales alejados del resto de ciudadanos que guardan otras costumbres.
Para concluir, deberíamos reflexionar que ser refugiado es algo muy difícil. Hay que enfrentarse como persona a muchas dificultades y desafíos. Por ello, la práctica de la empatía, la solidaridad y la ayuda es clave. Y que el sufrimiento humano que un refugiado padece, puede ser en estos casos opcional (ya que a nadie nos consultan si queremos que se produzcan guerras y otros desastres), pero tenderles la mano, y paliar dicho sufrimiento, ha de ser una obligación.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
De Juan Canales, David. (2010). Emergencia civil y economía del refugio en los campamentos de refugiados saharauis de Argelia. Gazeta de Antropología, 26 (1), artículo 11.
Vega Pascual, Mª Jesús. (1996). Fases de intervención social con refugiados. Cuadernos de trabajo social, 4 (1996), 155-181.

Artículo escrito y cecido a este Blog por la psicóloga Raquel Herrero Palacios ©. Todos los derechos reservados.

Sexualidad Femenina: la mujer y el deseo

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La sexualidad femenina es un tema desconocido por la mayoría de las mujeres, así como foco de polémicas y discusiones durante años.
En torno al cuerpo de la mujer como a su sexualidad se entretejen diversos mitos, planteamientos y numerosas investigaciones que no han dejado en muchos casos de estar influenciados por la presión social proveniente de las ideologías imperantes.
En esta situación cabe señalar a la falta de deseo sexual como la problemática más frecuente en el sexo femenino.

El deseo sexual
En primer lugar, podemos decir que el deseo sexual es una experiencia aliada con la sensación de placer.
Si esta experiencia es positiva generará una huella emocional que dará lugar al deseo, siendo en muchas ocasiones tan solo necesario su recuerdo para activarlo. Pero por el contrario, si la experiencia genera malestar producirá displacer.
Así, el apetito o deseo sexual podemos definirlo como la voluntad o energía para conseguir y experimentar placer, producto de una interacción compleja de factores cognitivos, fisiológicos y emocionales.
No obstante no podemos olvidarnos de que si consideramos al deseo sexual como experiencia, este es en buena parte subjetivo y propio de cada persona que lo experimente.

La apatía sexual femenina
La apatía sexual femenina es expresada a través de la evitación de las prácticas sexuales y eróticas o de la poca o nula iniciativa por parte la mujer hacia el encuentro sexual entre otras. Teniendo repercusiones no solo a nivel individual sino también de la relación de pareja.
Esta disminución o falta de deseo sexual no pasa desapercibida para la mujer que la presenta, suponiéndola un problema cuando es vivida como una carencia que le genera un malestar que puede desembocar en angustia.
Las causas de esta inapetencia sexual puede ser tanto biológicas, como psicológicas y/o socioculturales, estando generalmente interrelacionadas. Pero según diversos estudios, la mayoría de las veces corresponde a la esfera psicológica de la persona.
Más allá de las causas orgánicas (p. ej. niveles de testosterona, serotonina, efectos de medicamentos…) que serán las primeras en evaluar, nos centraremos en este caso en aquellas relacionadas con la dimensión psicológica y social de la mujer.
En relación a estos aspectos hay que hacer hincapié en cómo la mujer vive su sexualidad, y si esta es realmente conocida por ella. ¿Por qué? Porque la mayoría de las veces la sexualidad o el sexo se confunden con la penetración, siendo una concepción muy reducida, además de las creencias irracionales, mitos y expectativas inadecuadas relacionadas con estos conceptos.
Así, la creencia sostenida por parte de la mujer de que la penetración es la condición única, suficiente y necesaria para mantener relaciones sexuales puede llegar a mermar su nivel de deseo sexual, si para ella esta práctica no resulta tan atractiva y satisfactoria. Olvidando o en muchos casos desconociendo que la relación sexual es una experiencia mucho más amplia y enriquecedora.
En general, una falta de conocimiento sobre sí misma junto con niveles bajos de autoestima, altos de exigencia o la presencia de depresión o ansiedad también pueden influir en la disminución del deseo.
Por otro lado, el cansancio tanto a nivel físico como mental puede erigirse como enemigo del deseo sexual. Pues no olvidemos que la apetencia sexual necesita de ese plus de energía y voluntad, los cuales pueden verse impedidos por los niveles de estrés y cansancio acumulados consecuentes del ritmo de vida.
Otra causa relacionada con la pérdida de apetito sexual está relacionada con asociar experiencias sexuales desagradables con el deseo, pudiendo experimentar el miedo a desear.
Y tampoco podemos obviar el hecho de que las relaciones sexuales son un aspecto fundamental en las relaciones de pareja. Si una se encuentra deteriorada, repercutirá en la otra.
Así las discusiones, conflictos, problemas de comunicación, desconfianza, etc. harán disminuir el deseo sexual, pero también la insatisfacción sexual puede deteriorar la pareja.
Por ejemplo, si una mujer y su pareja no hablan sobre qué es lo que más les excita a cada uno, aun en el intento de dar con la tecla puede ser difícil averiguarlo, porque como hemos dicho el deseo es una experiencia subjetiva.
En este aspecto la mujer suele mostrar muchos más inconvenientes que los hombres por el mero hecho de ser mujer y por cómo la sociedad la ha catalogado a lo largo de los años, desde carente de placer en sus inicios pasando por grandes insinuadoras o poco activas sexualmente.
La realidad es que sexualidad y mujer han mantenido una relación casi invisible a lo largo del tiempo, que poco a poco comienza a ver la luz. Y que aunque ambas comiencen a verse la cara, no se solucionarán todos los problemas entre ellas, pero sí las permitirá conocerse más profundamente para poder atenuar algunas diferencias y solventar otras.
La cuestión se encuentra por un lado en librarse de ese bagaje de género limitante marcado por los mensajes sociales y culturares y por otro en comenzar a conocerse. Además de acudir a los profesionales especializados cuando la situación lo requiera.
No olvidemos que la sexualidad varía de una cultura a otra, además de en el contexto socio-histórico en el que se desarrolle, por lo que el deseo sexual no dejará de ser diferente.

Bibliografía:
-Bancroft, J. (1985) El deseo sexual. Mundo científico, (96), 1100-1106.
-Coronado, A. (2014). Concepto de sexualidad. Granada: Instituto de Sexología Al Ándalus (no publicado).
-Fuertes, A. (1993) La naturaleza del deseo sexual y sus problemas: implicaciones terapéuticas. Cuadernos de Medicina Psicosomática, 33.
-Gagné, S. (1993) El deseo erótico femenino. Revista de sexología, (57-58), 137-174.

Artículo escrito y cedido a este Blog por la Psicóloga Gema Sánchez Cuevas ©. Prohibida su utilización sin el consentimiento del autor.

Prevengamos el Bullying en este 2016

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El bullying o acoso escolar, es por desgracia en la actualidad, una realidad y una problemática muy presente en muchos entornos escolares. Su incidencia, es cada vez mayor, y en algunas ocasiones somos testigos de noticias desagradables sobre el tema en telediarios que nos relatan una historia con trágico final.

De esta forma, siendo un problema social y que debería incumbirnos a todos; una de las formas de prevenirlo y por tanto, combatirlo, sería darle visibilidad y con ello fomentar la concienciación en todos los estratos y ámbitos de la sociedad haciendo partícipes, tanto a las familias como a ciertos organismos sociales e incluso políticos para que se impliquen y luchen activamente contra esta problemática.

Y la concienciación de base, se consigue mediante la muestra de la realidad, es decir, haciendo partícipes a los ciudadanos de la problemática (de que ésta existe, de que es evidente) bien sea, hablando mas sobre ello en medios de comunicación o realizando mayor número de campañas de sensibilización en escuelas, centros, asociaciones etc… Un ejemplo de concienciación llevada a cabo en este sentido es la del Observatorio de Salud de la Infancia y Adolescencia de la fundación FAROS del Hospital Sant Joan de Déu publicando el cuento «No es mi problema». (INFOCOP, 71- 2015)

Tomando todo ello como base, podríamos implementar y mejorar su prevención reforzando estas medidas junto a las siguientes:

Educando en la diversidad: esto es, enseñando desde el comiendo a nuestros pequeños desde el hogar, que los seres humanos somos diversos y variados, y que no existe un único standard absoluto o válido, es decir, se ha de fomentar la tolerancia en cuanto a las diferencias que se observan en los demás. Sería como desarrollar el ya manido concepto de… «ni yo soy mejor que tu, ni tú eres mejor que yo por ninguna razón».

Fomentar la integración: enseñarle a nuestros hijos que la integración de sus iguales en diversos entornos es una conducta deseable y esperable por parte de la sociedad. Se debe hacer hincapié en respetar a los otros y explicitar que, así y sólo así seremos respetados. Otro concepto a trabajar con los más pequeños y los no tanto que viene de la mano del citado anteriormente, sería el fomento de la igualdad (nadie es superior a nadie) reforzando la integración de las personas en un grupo o colectivo, y evitando la exclusión aludiendo a diferencias «supuestamente percibidas».

Trabajando la empatía: es decir, trabajando la habilidad, de «ponernos los zapatos del otro, y caminar con ellos». Cuando nos ponemos en lugar del otro, es mas fácil vislumbrar aquello que puede estarle empujando a comportarse de cierto modo. También debemos hacer visible tanto a padres, como a niños la toma de conciencia y sensibilización (que ha de ser practicada y ejercida mediante el trabajo de la empatía) de las dificultades que pueden estar atravesando los iguales como para que además se ejerza acoso, coerción o similares sobre ellos.

Implementar y desarrollar el espíritu colectivo y de ayuda: para prevenir el bullying resulta muy útil enseñarlo a los más pequeños, y con ello los beneficios que puede reportar su práctica. Es clave mostrarles que, si son testigos en situaciones de bullying en el entorno en que se mueven, deben evitar ser cómplices, ya que la colaboración activa o pasiva es también algo a tener en cuenta en el bullying y acoso moral; (Rubio Lara, 2010) y que es deseable, ofrecer la ayuda que esté de su mano ayudándose de maestros u otros y fomentar la cohesión grupal y la integración de sus iguales.

Como última y no por ello menos importante, una medida clave es enseñar y fomentar la comunicación de la problemática, tanto como si se trata de rol de observador, como de sujeto víctima. La protección de la víctima solo se consigue dando este paso, y es el que más debía reforzarse y enseñarse a todos para la prevención de este problema y realidad social. Un buen paso para ello es hablar con nuestros hijos y comunicarnos con ellos al menos cada día para fomentar la confianza que ellos nos puedan tener para comunicarnos problemas, dudas o inquietudes.

Es muy importante no olvidar, que con las nuevas tecnologías pueden darse episodios de ciberbullying que consiste en la intimidación a través de correo electrónico, chat, sitio web o teléfono móvil (Limber, Kowalsi et al, 2009), mas difíciles de detectar y que suelen ir ligados a situaciones de acoso en la vida real. (Fernández Rodicio, 2012). Prevenir en este área es también fundamental, ya que según exponen algunos autores, el uso generalizado por parte de adolescentes de las nuevas tecnologías supone obviar riesgos inherentes a éstas. (Álvarez Arias, 2015).

Artículo escrito y cedido por la Psicóloga RAQUEL HERRERO PALACIOS con Copyright © Oficial ®.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Alvarez Arias, Julio Cesar. (2015). Adolescencia y nuevas tecnologías: Una relación Simbiótica. Prolepsis, 19 (primer cuatrimestre de 2015), 32-36.
Fernández Rodicio, Clara Isabel. (2012). El acoso telemático en menores: Ciberacoso y grooming. Prolepsis, 12 (tercer cuatrimestre de 2012), 32-54.
La fuente del Cuento sobre Bullying ha sido extraída de: INFOCOP, 71 (octubre-diciembre 2015), página 30, sección de noticias y puede descargarse y leerse aquí:
http://faros.hsjdbcn.org/sites/default/files/no-es-mi-problema.pdf